La gestión del Gobierno en la crisis del Open Arms ahonda en la brecha entre PSOE y Podemos abierta tras la investidura fallida de Pedro Sánchez en julio. Este domingo el presidente ofreció un puerto seguro a los 107 migrantes a bordo del barco de rescate después de 18 dÃas a la espera de desembarcar en las costas de Italia tras la negativa del ministro italiano del Interior, Matteo Salvini. El retraso de esta propuesta sirvió de munición a Podemos, que se levantaron en armas contra Sánchez y lanzaron duras crÃticas, llegando a acusarle de "seguir el juego a Salvini". Todo ello, a cinco semanas del plazo máximo para que lleguen a un acuerdo que permita la investidura de Pedro Sánchez. En caso contrario, se celebrarÃan unas nuevas elecciones el próximo 10 de noviembre. Y las posturas no hacen más que alejarse.
Las idas y venidas en las últimas 24 horas avivaron la polémica por la gestión de Sánchez en materia migratoria. Hace un año, en junio de 2018, nada más llegar a la Moncloa, el flamante presidente ofreció el puerto de Valencia para que desembarcaran 600 migrantes a bordo del Aquarius, otro barco de rescate. En el libro Manual de resistencia que publicó Sánchez este año, el presidente reconocÃa la "satisfacción personal de haber salvado la vida a 630 personas".
Un año después, el lÃder socialista se mantuvo al margen de la situación del Open Arms y dejó pasar casi tres semanas para dar respuesta a la petición de la ONG. A la oferta de Sánchez de habilitar el puerto de Algeciras -el más lejano del Mediterráneo- le siguió un cruce de acusaciones. La organización de rescate reprochó al Gobierno la lejanÃa de este punto, y Sánchez rectificó y volvió a ofrecerle los puertos más cercanos. Finalmente Oscar Camps, responsable de la misión, rechazó desembarcar en España asegurando que el viaje es "inviable" por el estado de extrema necesidad de los inmigrantes y pidió al ejecutivo español enviar un barco de rescate.
Este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tuvo varias apariciones públicas donde defendió la posición de Sánchez y criticó la respuesta de la ONG, que "no nos ha dicho por qué" consideraban inviable el desplazamiento.
"Hemos hecho una oferta para la que ya llevamos 24 horas perdidas", dijo Calvo en una entrevista en Cadena Ser, donde también aclaró que el barco "tiene una licencia no para ir a rescatar sino para ayuda humanitaria". "Hemos ofrecido el puerto más cercano, no podemos llevar nuestros puestos a Italia", aseguró, antes de insistir en la "responsabilidad compartida" entre los paÃses de la Unión Europea.
Desde Podemos critican la hoja de ruta del Gobierno en este asunto. El propio Pablo Iglesias dio difusión en Twitter a varios mensajes que acusaban a los socialistas de emplear la misma estrategia con el Open Arms que con Podemos en las negociaciones de Gobierno: dilatar la toma de decisiones y presionar al final, tal como -creen- sucedió en la investidura fallida de Sánchez. Las duras crÃticas vertidas sobre la vicepresidenta del Gobierno enrarecen aún más las relaciones entre ambos partidos a poco más de un mes de que venza el plazo para formar Gobierno.
No fue la única reacción. Varios miembros de la ejecutiva de Podemos también cargaron contra Calvo. La eurodiputada Eugenia RodrÃguez Palop aseguraba que "se pudo haber activado antes el mecanismo de reparto y se pudo haber ofrecido antes un puerto seguro" y zanjó: "No le sigan el juego a Salvini ni criminalicen al Open Arms".
La portavoz gallega del grupo, Yolanda DÃaz, llamó incluso a "llenar las plazas" en señal de protesta. "En un paÃs normal lo que están viviendo estos seres humanos y la tripulación del Open Arms serÃa motivo suficiente para que llenáramos las plazas de nuestro paÃs clamando solidaridad y justicia", dijo.
"Carmen Calvo pone en duda al Open Arms. ¿Es cinismo o poca vergüenza?", se preguntaba la diputada de Podemos Rita Bosaho. "Lo de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis humanitaria del Open Arms ha sido un auténtico desastre y un ejercicio de cinismo impresionante", censuró también la diputada en la Asamblea Madrid Carolina Alonso.
La crisis del Open Arms es el último motivo de crispación entre PSOE y Podemos, que ya activaron la cuenta atrás para la formación o no de un acuerdo. Tras la investidura fallida de julio, Sánchez abrió una ronda de contactos con colectivos sociales, algo que en Podemos vieron como una estrategia dilatoria para posponer las negociaciones. Los contactos se retomarán la próxima semana, cuando está previsto que Sánchez e Iglesias se reúnan, según avanzó la vicepresidenta del Gobierno.
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